
Nuestras instalaciones de gas natural funcionan mejor y duran más cuando reciben un mantenimiento rutinario. De ahí la importancia de un cuidado continuo.
El combustible más utilizado para los sistemas de calefacción es, sin lugar a dudas, el gas natural. En particular, las calderas, los calentadores de agua y los hornos de aire caliente son los equipos domésticos que más lo consumen.
Como hay cosas de las que podemos ocuparnos por nuestra cuenta, el mantenimiento del sistema en su conjunto no es tan difícil. Sin embargo, ciertos aspectos del cuidado deben ser realizados por un técnico certificado debido al potencial de daño si se hace incorrectamente.
He aquí algunos consejos para el mantenimiento de sus sistemas de gas natural:
Al hablar de cómo mantener los aparatos de gas natural, algunos aspectos son evidentes. Sin embargo, dado que algunos de ellos pueden descuidarse ocasionalmente y dar lugar a circunstancias peligrosas, los comentaremos a continuación.
- Evite utilizar equipos con llamas naranjas o amarillas, ya que la llama del gas natural debe ser siempre azul.
- Para garantizar una correcta evacuación de los gases de combustión, es importante revisar con frecuencia que los orificios de ventilación del equipo estén libres de obstrucciones.
- Siempre debe estar disponible el acceso a la toma de aire, el contador, el tubo de escape y la concesión de las instalaciones exteriores. Estos deben ser desmontables si están cubiertos de polvo, nieve, etc. Si se dejan en este estado, puede producirse una interrupción del suministro de gas o un rendimiento deficiente del aparato.
- Cualquier aparato o sistema de gas natural necesita un mantenimiento rutinario por parte de especialistas cualificados. Lo mínimo para este tipo de cuidado es un examen anual.